Así que aquí estamos de nuevo…
Cada nuevo año escolar trae emoción y nerviosismo para la mayoría de los niños. El año que se avecina puede suscitar más sentimientos que los habituales, dadas las especiales circunstancias que caracterizaron el año escolar pasado.
Muchos niños terminaron la escuela virtualmente el año pasado y se encontraban en la comodidad de sus hogares con sus familias. Estos niños estaban protegidos de la COVID-19, pero ahora tienen que enfrentar otras preocupaciones. Pueden estar pensando cosas como: “¿Cómo será estar sentado con mis compañeros todo el día? ¿Tendré que usar mascarilla en clase? ¿Qué sucede si me enfermo? ¿Extrañaré estar en casa con mi familia? ¿Seguiré teniendo los mismos amigos o conexiones sociales?”
Los niños y adolescentes que asistieron a la escuela de manera híbrida o presencial y posiblemente a la colonia de verano este año pueden estar emocionados por regresar al aula, pero aprehensivos acerca de lo implicará ir a la escuela. Pueden pensar, “¿qué sucede si nos hacen volver a la enseñanza virtual debido al aumento de las cifras de COVID-19? ¿Podré participar nuevamente en actividades extracurriculares? ¿Qué sucede si me enfermo? ¿Qué sucede si la escuela no es la misma de antes?”
Por lo tanto, sin importar cuál haya sido la experiencia escolar reciente de su hijo, es posible que esté experimentando ansiedad respecto al año que se avecina.
Estos son algunos consejos para ayudar a su hijo con la transición de regreso a la escuela.
- Converse con su hijo. Muchos padres pueden evitar hablar de las inquietudes con sus niños para no ponerles pensamientos que los preocupen. Sin embargo, la mayoría de las veces, sus niños ya están lidiando con la ansiedad y el temor a las situaciones, y valoran analizarlas con un adulto de confianza.
- Si no tiene las respuestas, hágale saber a su hijo que intentará averiguarlo. Haga una lista de las cosas que preocupan a su hijo. Luego, comuníquese con la escuela o el consejero escolar. Identificar recursos para ayudar a abordar las inquietudes es una gran estrategia.
- Prepare a su hijo para que sea flexible: Recuérdele que adaptarse a situaciones cambiantes es clave para superar estos tiempos inusuales. Por ejemplo, su hijo puede comenzar la escolarización de manera presencial y cambiar a un sistema de enseñanza híbrida. Los maestros asignados pueden cambiar a mitad de año, y las asignaciones y los proyectos pueden verse diferentes. Mantener a su hijo al tanto de los posibles cambios puede reducir el temor a lo inesperado.
- Planifique el comienzo del año escolar tanto como pueda y establezca una nueva rutina. Para muchos, la falta de rutina y no estar en la escuela generaba ansiedad, mala organización y falta de conexión. Por lo tanto, ayude a su hijo a volver a una rutina y cree un horario semanal.
Con el apoyo de los padres, la comprensión y el uso de los recursos disponibles, sus niños harán la transición a un excelente año escolar.